miércoles, 19 de junio de 2013

Imposible ocultar tanta basura

Basura bajo la Alfombra llegó a su fin y nos deja 35 historias desopilantes en algunas de las cuales mejor no ahondar. Hay 12 ganadores de 5 puntos que imaginamos se sentirán contentos por los puntos obtenidos y aliviados por liberarse de tanto peso. Eso sí, prepárense para algún comentario a partir de esta publicación. Hay además 14 menciones especiales de 3 puntos cada una y 9 participaciones de 1 punto. El Excelentísimo Jurado de Notables ha tenido que transpirar bastante para decidir los puntos esta vuelta, pero cree haber hecho un buen trabajo. Acá los 12 ganadores:
 

Paula Mendoza
Como les comente antes, y si no lo hice lo hago ahora, soy chilena, y cuando pequeña, quizás contagiada por la cantidad de series, micro series, teleseries y películas  argentinas, que invadían nuestra pésima televisión, es que con mis amiguitos del barrio  y mi hermano jugábamos a los argentinos…jajaja … hoy suena muy gracioso, en esos tiempos nos creíamos los y las más top, hablando como ustedes e inventábamos historias de adolescentes y adultos, pero con el acento del otro lado de la cordillera (hoy de este lado de la cordillera), en una de esas tardes noches de verano, entre navidad y año nuevo, jugando a que llamábamos a nuestros novios (que en Chile se dice pololos) y cortando la llamada con rabia por una supuesta pelea con ellos, se abre milagrosamente una tapa del aparato. Al ver esta situación les cuento a mis amigos que ahí es donde caen las monedas y acto reflejo entre todos hicimos esfuerzos por sacar la caja…tras varios intentos logramos nuestro cometido, solo que no pudimos volver a colocar el asunto en su lugar. Como travesura de niños ocultando bajo nuestra ropa la caja corrimos una esquina a contar el botín, para hacer uso y abuso de las pocas monedas encontradas. Con la caja a cuestas y empezando a apoderase de nosotros el remordimiento, fuimos al almacén más cercano a comprar fuegos artificiales (que como era entre navidad y año nuevo eran de fácil acceso, ya solo se encuentran en el mercado ilegal o en espectáculos autorizados, no son de uso doméstico) y nos gastamos todo en 4 estrellitas y 6 voladores (que no tengo ideas de cómo se llamaran por estos lares), además de unas calugas o masticables. El problema fue a la noche…con esta culpabilidad que nos caracteriza como latinoamericanos creyentes o no, no pude pegar un ojo, no solo porque la famosa caja terminó bajo mi cama, sino porque el papá de unos de mis amigos y cómplices era militar, y yo creía que terminaría en un campo de concentración por robarme la caja porque que era muy grave…y si otros habían tenido peor suerte solo por pensar distinto, mi destino sería peor.
Toda la angustia terminó en llantos desesperados de culpa, que despertaron a mis papas y luego de contar el delito y los miedos de ser detenida, posterior risas de mis padres y el castigo correspondiente que no recuerdo bien, más allá del hecho que tuve que ir con mi hermano chico y mis amigos a intentar poner la famosa caja en el teléfono como pudiéramos y sentir toda la vergüenza de que alguien nos pudiera ver.
Ahora la verdad que no se si la basura debajo de la alfombra es la vergüenza del robo de la cajita y su dinero, el jugar a ser argentinos, no por el hecho de ser argentinos sino por lo ridículo del juego jajajaja, o quizás la basura es el miedo de niña a lo vivido en aquellos años de desaparecidos y metrallas.
Ana María Delamer
Difícil la consigna, y extraña!!! Porque quien se va a animar a decir algo que nunca se dijo, a descubrir algo que sucedió hace ya muchos años, y que incluso fue negado por su propia autora!!!  Nunca se me hubiera ocurrido que yo podría hacer algo así, sabiendo que aunque la mayoría de la gente no me conoce, ni sabe quien soy ni donde vivo, hay gente que participa en el concurso que son mi propia familia, hijos y ahijado incluidos!!!
Acá va mi confesión. Lo que voy a relatar es cierto, y sucedió hará unos 10 años atrás, en el garaje de la vuelta de casa donde guardábamos nuestro auto de aquel entonces, un Peugeot 504 gris. Dispuesta a salir una mañana rumbo al trabajo, subí al primer piso del garaje, y busqué el auto porque no teníamos cochera fija. Recordé que la noche anterior lo había usado mi hijo. Subí, y ni bien arranqué el auto, al darle marcha atrás vi con asombro que el auto se fue para el costado y chocó al auto de al lado. Hizo un ruido terrible!!! Yo no sabía que pasaba, ni como había sucedido. Ahí recién me doy cuenta que el volante esta girado totalmente para un lado. Lo vuelvo a ubicar, me bajo para ver el destrozo, pero como no veo a ninguna persona, me vuelvo a subir, lo enderezo y salgo lo mas campante.
Al día siguiente mi marido me pregunta que había pasado con el auto, a lo que respondí que no sabía de que hablaba. El choque que tenía al costado seguramente se lo habían hecho en la calle, donde permanecía mucho tiempo. A los dos días me comentó que al encargado del garaje le habían dicho que había sido yo, porque una persona estaba sentada en su auto cuando me sucedió, y yo no me había percatado!!
Por supuesto seguí negando todo, diciendo improperios al que me trataba de acusar, al encargado y a todo el barrio. Pero yo seguí en mi postura que no había hecho nada ni sabía que le había pasado a nuestro auto y al del vecino. Y así pasaron los años hasta que Ludópatas se descuelga con esta consigna, y aprovecho para liberar mi conciencia!!!
Nora Cerisola
Todos tenemos algún recuerdo para olvidar o esconder debajo de la alfombra…  y yo por supuesto también…
En una oportunidad cuando mis tres hijos eran chiquitos, se me ocurrió ir a Mar del Plata con mi cuñada, en su camioneta, sus 5 hijos y los 3 míos…me sentía segura con todos, ella al volante y yo de copiloto, con muchos años de nivel inicial encima.
Cuando llegamos a Atalaya, por supuesto los chiquitos querían pis…bajamos los 8 nenes y yo y nos dirigimos al baño .Al llegar descubrí lo maravillosamente limpio que se encontraba, la empleada acababa de limpiar los pisos, es más, todavía estaba pasando el lampazo cuando llegamos.
Lo primero que hice fue parar a “ la tropa” y explicarles que teníamos que cuidar esas impecables instalaciones, que con cuidado, fueran pasando a los baños, se lavaran las  manos y por supuesto hagan todo con precaución, la señora orgullosa me escuchaba con atención, así ingresamos y cada uno, yo inclusive, nos dirigimos a los baños….
Al entrar al  que me dejaron, me acomodo, como toda dama, ……sin sentarme….agachadita nomás…y …..observo con asombro una lamentable pérdida de agua que salía justo del inodoro se desplazaba hasta la puerta y empezaba a salir del baño…inmediatamente pensé, _ qué pena, con tanta pulcritud y esta pérdida  en el baño, por qué no lo arreglarán?? Al incorporarme, quedé petrificada!! la tapa estaba baja y lo que humeaba hasta el pasillo era de mi propiedad…..
Como chiquetazo  salí de aquel baño pidiendo a los chicos que se apuraran, que se nos hacía tarde, muy tarde ¡!… los nenes que se estaban lavando, acomodando la ropa, no entendían nada, los saqué a empujones de aquel lugar…algunos con las manos mojadas, otro con el calzoncillo bajo, pobrecitos…
Seguirán vendiendo esas ricas medias lunas en Atalaya, si es así cuéntenme, yo nunca más volví.
Pta: esta historia es totalmente verídica, tengo 8 testigos que lo ratifican cada vez que pueden……


Jazmín Karlsson
Hola!! Bueno esto no es basura pero la verdad que la mayoría que me conoce no lo sabe y bien guardado lo he tenido, era solo una joven cuando los veranos de Valeria de Mar me encontraron de modelo y participaba de desfiles, en el cual fui galardonada como Miss Simpatía Valeria del Mar en dos años consecutivos y luego Modelo de patín en el desfile de Carnaval de Pinamar con la comparsa de Gualeguaychú, bueno lo dije... ya lo saben... adjunto la única foto que sobrevivió, las demás las quemé todas en un asado.

 



 
Federico Rutt
“La Monti”
No sé si es tan malo los que le voy a contar pero si sé que hasta hoy en día solamente una persona y yo sabe esto, pero a este cómplice lo voy a mantener con identidad reservada ya que hubo una promesa de no divulgación y a lo sumo la responsabilidad caerá solo sobre mí.
Corría el año 1989, los afiches de la calle pintaban a un señor patilludo, buen mozo, con ojos verdes (si ojos verdes me acuerdo bien) que pedía que lo sigan.
Yo por ese entonces estaba en el 4to año de la industrial, cursando lo que es mi mayor pasión, “ la electrónica” (créanme que es una pasión), nunca hasta ese momento había desaprobado ningún examen en toda mi escolaridad, materias como lengua, música, literatura y educación física las aborrecía, pero le dedicaba lo mínimo indispensable como para aprobarlas.
Ese año tuve literatura con la Sra de Monti, comúnmente llamada “La Monti”, un ser despreciable hasta lo más infinito de mi apreciación,  que para ejemplificarles, si eras medio morocho, fuiste, pero eso no viene al caso es este relato.
A mí no me caía nada bien “La Monti”, pero era reciproco, yo no participaba en sus clases y las notas que tenía eran muy justas para aprobar.
Cuando termina el primer cuatrimestre nos da las calificaciones y me dice.-
Rutt, lo aprobé solo porque creo que voy a tomar licencia para el próximo cuatrimestre y quiero darle una chance para que la suplente le tenga algo de piedad, porque si no tomaría esta licencia ya le aviso que se la lleva previa, me había clavado una daga en lo más profundo de mi estima, pero yo pokerface.
“La Monti”, era fanática de “Domingo Fautino Sarmiento”, defendía cualquier crítica hacia él a capa y espada, el 11 de septiembre era una fecha sagrada.
También era la que se encargaba del ceremonial en los actos escolares, no sé si de metida o tenía ese cargo, pero dirigía todos los actos siempre parada al lado el director, que pobre hombre no le quedaba más remedio que aguantarla, donde hacían los actos, era un patio grande cubierto, con una oficinita vidriada en una punta, de la cual se comandaban los equipos de audio y era el chupamedias de turno el encargado de tal honor.
¿Cómo termine ese año?
Sabiendo más que nadie en el mundo de Domingo Faustino, diciendo en la última clase una magistral biografía que sumado a las lecciones semanales que me tomó y de las cuales salí airoso en todas excelentemente (estudie como un perro) hicieron cambiar el rumbo del destino anunciado.
Y escuchando de “La Monti” al dar las notas de fin de año decirme:
- “No pensé que ibas a aprobar”.
Me puso la nota justa para pasar, habiendo sido por lejos el mejor alumno de ese cuatrimestre (y no es por tirarme flores), pero evidentemente no había feeling.
Es aquí donde comienzo a idear un plan que tardo alrededor de 9 meses y 11 días en concretarse.
Todo comenzó leyendo la Lupin, revista para Nerds de los que estudian electrónica, y decía “Hazle un chiste a tu abuelo”,  hoy en día podría decirse que consistía en Hackear un disco de vinilo.
Yo sabía, más que saber, tenía la certeza que el 11 de Septiembre del año, con las Torres Gemelas todavía en pie,  escucharíamos “El himno a Sarmiento” y sabía que había un disco con la etiqueta “RCA Victor” de marchas e himnos en la oficinita donde se encontraban los equipos de audio, a la cual había tenido acceso alguna vez ya que al ser los electrónicos del industrial éramos los que reparábamos y manteníamos los equipos.
Entonces pusimos en marcha el plan después de meticulosamente prever casi todo y consistía en  sacar ese disco de la oficina, sin que nadie se percate, hecho que tuvimos que hacer luego del 17 de agosto porque el mismo iba a ser utilizado para dicha conmemoración, ya que también contenía el “Himno Nacional”.
Tuve la ayuda de una persona que hizo de campana para que yo lo pudiese sacar, no les cuento como me temblaba todo, ese día traspire más que la única maratón que corrí, (salí último pero era el pase para aprobar “Educación Física”, jaja), una vez en mi poder, ya fuera del colegio comenzamos con la segunda parte del plan.
Consistía en poner en agua el disco hasta que las etiquetas de papel se despegaran, ahí pegue estas en otro disco que tenía archivado y era ya una pieza de descarte con horribles canciones de “Chamamé” que tenía la misma cantidad de pistas que el de los himnos.
Todo había salido a la perfección, no había nada que no haga parecer que este era una pieza genuina  y pusimos en marcha el plan retorno.
Consistió básicamente en dejar el disco hackeado a su posición original, sin rastro de la mínima huella dactilar, cuidamos hasta el último detalle y por supuesto el original sin etiquetas lo dejamos dentro de otro disco de esos que nunca se usan.
11 de septiembre de 1990,  el día esperado, acto por el “Gran Sarmiento”, todo el colegio formado en el patio, los directivos presidiendo el mismo, “La Monti”, de oradora, dando un discurso sobre el maravilloso Sarmiento,  y llegó el momento…
-Y ahora,  entonaremos las estrofas del “Himno a Sarmiento”, le da el ok al operador y…, se largó el chamamé, huy huy huy, todo el patio estalló en una risa, mientras que ella maldecía por dentro al chupamedias que había elegido x ser tan inútil, encima cuando volvió a cometer el mismo error en el intento de rearrancar el himno, con un andar veloz y sin pensarlo se metió a la oficinita de sonido y se veía al pobre operador que hacía gestos de desorientación mientras hablaba con “La Monti”, por lo ésta agarró el disco, se acomodó los anteojos y verificó en la tapa que pista era exactamente la del “Himno a Sarmiento”, hizo a un lado al operador y se encargó de que milimétricamente la púa coincida con el comienzo de la pista y no hizo más que relanzar nuevamente el chamamé, rizas y sapucay por todos lados.
Salió de esa oficina enfurecida, pero sin saber que pasaba, pidió orden enérgicamente mientras las risas abundaban y el director hacía gestos de, no puede ser, pero creo que internamente disfrutaba que algo le había salido mal y nos hizo cantar el himno a capela.
No olvidaré jamás ese rostro enfurecido y hasta parecía vérsele los ojos rojos  llenos de venas mientras cantábamos ese himno y entonces, di por saldada la deuda que tenía hacia todos nosotros y mi alma quedó en paz.
Nunca nadie tuvo el menor indicio sobre quien hizo esto y perjuramos no decirlo jamás. Pero creo que ya era hora de sacarlo debajo de la alfombra.
Carolina Chebi
Historia de casi amor. Basurita.
Corría el año 2002, yo empezaba la secundaria después del golpe tremendo de diciembre de 2001 en un colegio al lado de la Plaza de Mayo. Mis hormonas estaban movilizadas igual que la gente.
A Julián Weich se le había ocurrido la excelentísima idea de proponer un concurso de cantantes tipo reality: "La oportunidad de tu vida", como para matizar un poco la situación. Y ahí mis hormonas adolescentes dieron en el blanco. Paolo. Yo me hacía la mala escuchando Linkin Park y Nirvana, y de repente aparece Paolo Ragone, concursante del reality, cantando una de Luismi que creo que era "Por debajo de la mesa". Me enamoré. Pero no normal. Me enamoré zarpado. Para verlo a él cantar sus canciones melosas me recorrí la ciudad de Buenos Aires sola, mis primeras aventuras en el mundo del transporte público con mucho tiempo de viaje. Incluso mis papás me llevaron a verlo al Unicenter y se quedaron esperando en el auto en el garage hasta que el recital hubiera terminado. Le mandé mails y me respondió (hubo quienes me decían que era otro contestando, pero yo dudo que Paolo tuviera extras). Lo adoraba tanto y era tan incomprensible para el resto de las personas que hasta hubo una amiga fanática de El Otro Yo que no quiso que la vieran más en mi compañía y dejó de hablarme.
Pero eso no terminó ahí. Yo quería más, más, más Paolo. Quería llamarlo por teléfono. Me pareció que una movida inteligentísima era unirme a su CLUB DE FANS. Ahí se corría la información, era la posta. Así que sí. Me uní al club de fans de Paolo y me compré la remera del club de fans, una chomba turquesa. Y me juntaba con las otras fans para verlo cantar.
Hasta que llegó el día en que sus dígitos estuvieron en mi poder. Desde la casa de mi padre divorciado, decidí llamarlo. Pero no me animé. Recurrí a mi hermano para que me ayudara con el dilema: él iba a hablar. Discamos. Sonó.
- ¿Hola? - atendieron del otro lado.
- Hola, sí, quería pedirte dos cuartos.
- ¿Los de adelante o los de atrás?
Y para mí fue suficiente.
Adjunto la prueba y de alguna manera el carnet de identificación con el que algunos compañeros de esas épocas me conocen ("Vos eras a la que le gustaba Paolo!")

 
Pablo Rodríguez
Todos tenemos un muerto en el placard!!
Cuando era chico yo hacia los mandados en mi casa.  Todos los días, a media tarde, arrancaba para el almacén con la bolsa de mandados. A medida que pasaba el tiempo aparte de ser una actividad que me fastidiaba por demás, también se tornaba más y más aburrida, se puede decir que mi cuerpo iba y venía cumpliendo su misión pero mi mente viajaba sumamente distraída. Un día era un jugador de fútbol pateando cuanta cosa se me cruzara en el camino, piedritas, chapitas, coquitos, etc..... Y otro era un corredor de fórmula uno corriendo y haciendo ruido de motor.
Pero hay una tarde (fatídica) que lo recuerdo como si fuera hoy....... Era primavera y salí con la lista y la bolsa para hacer mandados como siempre, apenas salgo a la vereda me encuentro con un gato (en aquellos tiempos odiaba a estos animalitos), nos miramos y en un segundo el animal en cuestión estaba refregándose en mi pierna al sonido típico de mmmrrriiiaaauumm. Tarde aburrida, siempre lo mismo y entonces acepte este compañero casual de mandados. Las cuatro cuadras que caminamos hasta el almacén fuimos jugando, le puse nombre, lo tiré un poco para arriba de espaldas para ver sí caía parado (sí, caen parados) hasta que al entrar lo acaricié y le expliqué que no podía entrar. Una vez adentro, más distraído que nunca, y siempre mirando a la puerta para ver si veía a " silvestre" pedí el litro de leche, el pan, un kilo de papas y pagué.
Al salir busqué a mi gato "silvestre" y nada....... Hice el famoso psss psss psss psss moviendo los dedos y nada..... Me fui caminando y mirando para todos lados buscando a este compañero casual y.... Nada.......
Al llegar a casa cuando estoy por abrir el portón chico de la vereda escucho el inconfundible mmmrrriiiaaauumm ...... Miro y lo veo arriba del muro lindero del vecino, un muro de un metro cincuenta más o menos y que estaba a unos 5 metros de distancia de donde estaba yo parado. En ese momento nuestras miradas se conectaron y....... Por un instinto que aún no me explico...... Metí la mano en la bolsa........... Agarré una papa y se la tiré con toda la fuerza que pude...... El impacto fue en la cabeza, en un costado...... La caída sin reflejo ninguno...... Me reí por la sorpresa y la casualidad de mi puntería....... Fui hasta el muro para reconciliarme con " silvestre" pero ahí estaba tirado...... Ojos abiertos.....sin movimiento alguno...... Lo llamé..... Lo toqué......lo tapé con pasto y nunca más hable de esto ni tuve un gato. Perdón "silvestre"  yo fui un hijo de puta pero los que te sacaron las otras 8 vidas también!!!!
 
Dany Kuperman
Lejos de querer competir con las historias escatológicas del gran señor de las Lomas del viejo Zamora, paso a revelar un secreto que pocos conocen y mucho me avergüenza. (Si comenzaron a leer esto con algo comestible, les recomiendo retomar más tarde).
Esto se remonta al verano del 99, en San Martín de Los Andes. Era costumbre que los jóvenes aventureros zarpen con mochila al hombro rumbo los hermosos paisajes sureños. Nosotros redoblamos la apuesta y lo hicimos en bici. Anécdotas un montón. Pero si alguno está por salir este verano rumbo a esos pagos, la principal recomendación es “No tomar agua de ningún lago, por mas cristalina que parezca”.
Las sensaciones muchas. Nunca sentí tantos ruidos provenientes de mi interior. Nunca viví una experiencia similar.
Después de unos días de acampe y comer y tomar con “aguas desconocidas”, los retorcijones comenzaron a aparecer. Nos quedaban casi 50 km de pedaleo, con un calor importante, lo que implicaba seguir hidratándome con esa agua bendita. Cuando finalmente llegamos a la gran ciudad, comenzamos a caminar al estilo mirando vidrieras. Mi transpiración aumentaba y no era por la bici. Éramos 5 nosotros y habíamos conocido 4 chicas que nos seguían con sus mochilas. De pronto, la llamada interna se hizo presente y le pregunto a mis amigos, ya que eran las horas del mediodía, si querían comer en una pizzería para cambiar un poco el menú de esos días con base de polenta, fideos y atún, y aprovechando que a pocos pasos había una. Con el primer si, les dejé mi bici a ellos y salí corriendo a “reservar la mesa” mientras ellos ataban y bajaban todo el equipaje. Uno de ellos dijo, te acompaño al baño para el N°1.
Cuando entramos a la pizzería, nos encontramos con que había 1 sola pareja comiendo en un lugar enorme. Le preguntamos al mozo por el baño y cuando nos señaló era la puerta continua a la mesa de la pareja. Entramos y observamos que era lo necesariamente grande para que entren 2 personas paradas. 1 solo inodoro y 1 pequeña pileta. Mi estado era lamentable, ya repiqueteaba en el lugar intentando aguantar. Mi amigo sugirió empezar el. Mientras yo con los pantalones por las rodillas saltando al lado y transpirando frio. Su meo fue interminable y de hecho, no lo dejé terminar. Con el codo lo empujé para que termine lo suyo contra la pared al mismo momento que giré e intenté flexionar las rodillas. En ese momento… no encuentro otras palabras para explicar que “me explotó el culo”. Es cuando me recibí de artista escatológico. Poco llegó a ingresar a su lugar correspondiente, el resto… un gran mural. Mi amigo entre risa y muerto de olor, terminó lo suyo y escapó. Al rato salgo yo y veo la escena más dura. Mis amigos, con las chicas sentados pidiéndole comida al mozo. La única frase que me salió decir es: Nos tenemos que ir rápido de acá. Y así lo hicimos y hasta ahora no volví a San Martín de Los Andes.
No me olvido mas la cara de mi amigo en ese momento (eso es acompañar en las malas…), la cara de la pareja degustando su pizza (qué habrán escuchado?), la cara del mozo cuando escuchó la frase y no me quiero imaginar la cara de la primer persona que entró a ese bañito después que nosotros.
Esto no termina acá. Siguieron 40 km de pedaleo sin poder sentarme mucho en el asiento y parando cada tanto en los yuyos… El menú de los siguientes días: ARROZ.
Lo tenía bien guardado, solo unos pocos elegidos lo sabían…hasta ahora!
Fede Ferreño
Mi basura es de hace 3 años aprox...
No lo contamos porque la verdad es que es una "basura" que nos da un poco de vergüencita, menos mal que mi mujer no juega en Ludópatas sino tendría algunas explicaciones que dar, pero los puntos...los que sean: valen el riesgo.
Los Hechos:
Semana Santa del 2009, Vacaciones en Rio-Buzios-Angra y Paraty.... En ese momento éramos 3 y medio, Clari tenía 4 años y Sil estaba en el sexto mes de embarazo de Nico...
Planeamos unas vacaciones de descanso/playa pero con recorrido, ya que somos un tanto "culoinquieto" cuando salimos....
La idea era pasear por distintas ciudades... Rio de Janeiro... de ahí a Buzios... Angra dos Reis... Paraty...
En Río nos manejamos con subtes y bondis. Antes de irnos alquilamos un auto para hacer Angra y Paraty. Vuelta a Rio y devolvimos el autito. Nos vamos a Buzios... Fin de la parte de recorrido.... llegamos a la PLAYA... a descansar...
Hicimos vida de playa unos cuantos días... ya después del 4° día de quietud... dijimos ¿Vamos a Arraial do Cabo?
Averiguamos en el barquito... y nos apichonamos porque eran muy "comunitarios" cuando nosotros preferimos estar mas tranqui... No nos va eso de estar con 100 personas... Axé al palo y Caipirinhas multitudinarias...
Pensamos... con la misma platita que sale la excursión nos alquilamos un día de auto lo mejor sería alquilar un auto y así lo hicimos.
No voy a contar todo el recorrido...el tema es que era el anteúltimo día de vacaciones.
Llegamos a Cabo Frio, camino a Arraial y estaciono contra el cordón y a 45° como se estila...
Bajamos a la Playa... sanguchitos... cerveijas...castillito con la nena...chapuzón...milanesa. Lo clásico...
Tipo 15hs seguimos a Arraial... vamos al auto y cuando arranco marcha atrás... veo que un muchacho en la vereda nos mira y frunce la cara como que algo estaba pasando... no le di bola y seguí marcha atrás... de repente se escucha un ruido... no muy fuerte... Bajo del auto y chusmeo el móvil... habíamos enganchado el spoiler en el cordón y al hacer marcha atrás se partió... no mucho pero se notaba... desde ese momento me puse a pensar cómo encarar al morocho del auto... amargura no tein fim...
¿Qué le decimos? ... Se me prende la Lamparita Made in Argentina...!!! Te acordás que le marcamos un detalle en el guardabarros? Siiiiiii .... en ese momento decidimos negar lo ocurrido...fea la actitud!
Viene el momento de la verdad... entregamos el auto en el hotel, justo para alegría nuestra viene a buscarlo una persona distinta a la que nos lo había entregado.... Alivio. Entregamos y a disfrutar los últimos destellos del Sol en Joao Fernandes-
Volvemos al hotel, al entrar nos agarra el conserje...y nos dice que nos habían venido a ver de la Rent a Car, que volvían en un rato...no había escapatoria...
Teléfono... Viene el pibe que nos había entregado el auto...
Salimos y yo en un acto de Basura dentro de la Basura bajo la alfombra.... le digo a mi mujer  -Andá vos! que con la nena a upa y la panza del sexto mes de embarazo tenemos más chances de zafarla... Y así fue... el pibe diciendo que le iban a cobrar el arreglo a el... y nosotros defendiendo nuestra culpable inocencia... horrible.  Tan horrible que estuve mirando minuciosamente el resumen de la tarjeta de crédito durante los próximos tres meses para ver si venía el débito del arreglo en la VISA...
Uffff... Ya me siento mejor... Gracias Ludópatas!!!
Esteban Kraizer
Bajo la alfombra hay escombros de la adolescencia que mejor ni mencionar...
Ni mencionar las tardes de doble o triple almuerzo con mi amigo Dami. Del colegio nos tomábamos el 106 a Malabia y Corrientes, con parada obligada en el viejo Imperio de Villa Crespo, porciones infalibles de muza a un peso. No menos de una o dos por día... luego caminábamos por Luis M. Drago hasta mi casa. Si el menú era tentador, almorzábamos allí: milanesas, salchichas, carnes al horno si; tortilla, pollo grillé o salpicón de atún no. Y cerca de las 14 hs peregrinábamos las dos cuadras hasta su propia casa. En general no había nadie, y entonces se entronaban las insuperables Tarta de Noemí, la empleada de su casa.
Ni mencionar cuando la basura romantipop invadió nuestras radios: Ricky Martin, Luis Miguel, Chayanne y me amor oculto: Enrique Iglesias. Frente al Musimundo de Caning y Corrientes se erigía, hasta el día de hoy, la disquería RSG, gente del barrio. El hijo del dueño, el colorado, todavía muy jovencito era más discreto y conocedor que las uniformadas promotoras que te atendían en Musimundo. Un día me agarró un ataque gay y con mucho sigilo me adentré en la citada casa musical: "Hola, qué tal? tendría ese disco de Enrique Iglesias que tiene la canción ´Por amarte´?", "Si, claro" - me dijo- "Ok, lo llevo, por favor, envuélvamelo para regalo"... regalo que le autohice a mi homo alterego homo.
Ni mencionar el campeonato mundial de porquería que practicábamos con los pibes, todos dentro de la misma habitación, luces apagadas... "Tiráme un nombre", decía X... lógicamente, el nombre de una dama a quien dedicarle tamaño homenaje. Una vuelta, previo a una contienda deportiva escolar, llegamos al inexpugnable número de 6 o 7 "chuyas" (como diría otro amigo) en no más de 3 o 4 horas; cuestión que aquel día, fuimos eliminados en primera ronda por un pobrísimo equipo de un año inferior al nuestro, con actuaciones francamente olvidables del cuarteto "ajusticiero".
Pero bueno, sin son cosas que me avergüenzan, mejor ni mencionarlas...
Ariel Vilardo
Qué difícil es sacar la basura, y más cuando hace mucho tiempo que ni se mueve la alfombra.
Esta basurita se remonta al año 1998 quizás 1999, no más de eso.
Gloriosos años, donde terminábamos el Liceo en el Colegio Notre Dame, y comenzábamos las andanzas en el cuerpo de  líderes del  Colegio. Momento en el cual yo tenía el pelo largo, (si en algún momento tuve pelo), mucho Rock and Roll, y como muchos a los 15 y 16 años una cuchara colgando para comer mocos.
De todas maneras lo de la cuchara no viene al caso, pero por el tipo de basurita influye bastante.
A partir de acá solo daré las iniciales del nombre y apellido de los involucrados para preservar su basura. Pero yo si me inmolo.
En el cuerpo de Líderes se había armado un grupo como de 30 personas que estaban a cargo de PR (muchos saben de quien hablo). Dentro de las 30 personas estábamos CP; DS; DG y Ariel Vilardo, solamente cuatro individuos del montón que pasábamos desapercibidos para todo el mundo; pero como todos sabemos siempre existen líderes más viejos con los cuales se hace más afinidad, en nuestro caso hablamos de EG (sin dudas un grande entre grandes!!!).
Luego de las reuniones  siempre nos quedábamos en el gimnasio del Colegio a jugar un fútbol o  básquet, los más jóvenes con los más grandes; y por si eso fuera poco, después nos comíamos  algún refuerzo de mortadela, con jugo. (Grandes  momentos).
Una noche de esas, luego de las reuniones y el fútbol, mientras comíamos los refuerzos, comenzamos a hablar de montones de cosas, como por Ej: de la selección, música, campamentos y obviamente de personas del Colegio.
Ahí es donde comienza está gran basura.
Entre las personas de las que hablábamos se encontraba NP en ese momento Director del Colegio, participante del grupo de líderes hasta el año 1997 y actual  representante del CODICEN (órgano rector de la Administración Nacional de Educación Pública).
Como de algún campamento había sobrado pintura en aerosol, no tuvimos mejor idea que hacer un Graffiti en su honor...
Lo más delicado es el lugar donde se estampó el graffiti y lo que decía.
El Colegio Notre Dame como muchos saben pertenece a la Congregación de las Hermanas Azules, y muy cerca del Colegio se encuentra la Iglesia Santa Gema, la cual en su momento estaba muy vinculada con el Colegio.
Obviamente, no hicimos el homenaje en el Colegio donde quedaríamos escrachados, sino  que lo hicimos en la fachada de la Iglesia.
El homenaje tenía la siguiente leyenda: NP  PUTAZO!!! (Lógicamente el graffiti decía el nombre completo).
Durante días estuvo el graffiti  estampado y era el comentario de todo el Colegio.
Desde ese día y hasta este momento en que estás leyendo esto, nadie supo de tal acontecimiento; y como nunca dijimos de llevarlo a la tumba, acá lo libero y lo hago público intentando mantener el anonimato del resto y yo limpiando mi alfombra sacando la maldita basura!!!!
 
Valeria Kinder Roberts
A último momento... Decidí sacar la basura pendiente a tomar un poco de aire...
Data de amores prohibidos... Encuentros desencuentros desafortunados... Me recuerda a una canción escuchada en algún momento de Ricardo Arjona que decía sin daños a terceros... Cuando dos personas se cruzan y no quieren lastimar a los demás... Sucede q el día que conocí al padre de mi hijo con quien compartí buenos 8 años juntos, fue en una noche de disfraces en la que contábamos con jóvenes 22 años... Muy llenos de alcohol y poca conciencia!!
Bueno retomo el relato, el día que lo conocí, me cruce una media hora antes en la misma fiesta... Y cuasi me enamore en un beso a un señorito q resulto ser después por los siguientes 8 años mi cuñado....
De esos besos no hablamos más... Tan solo nos cruzamos miradas cómplices... Hasta una noche de confesiones 15 años después... Y un océano de por medio...

 



1 comentario:

  1. Qué propuesta rara.
    Y si no hay pruebas de los hechos, no se puede comprobar la veracidad. Todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario.
    Así que Jazmin y Carolina, merecen esos 5 puntos más que nadie..

    Saludos

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